Cómo evitar que mi perro se escape de casa
Uno de los problemas más frecuentes (y complicados) a los que se enfrenta cualquier dueño de perros, es el hecho de que nuestro amigo peludo se escape de casa o que no responda a nuestras llamadas durante los paseos.
Se trata de una situación a la que todos tenemos miedo ya que, aunque en la mayor parte de los casos recuperarás a tu animal sano y salvo, puede que éste se pierda, que se haga daño, que lo atropelle un coche, que alguien se apropie de él, o incluso que el perro ataque a alguien en el caso de animales agresivos, etc.
Para evitar cualquier tipo de disgusto, te contamos cuáles son las mejores formas de evitar que tu perro se escape de casa y solucionar este problema, incluyendo una opción muy útil que te ayudará a solventarlo sin adiestramiento y de forma inmediata.
¿Por qué los perros se escapan?
Antes de entrar en el tema en cuestión, es importante conocer las razones que pueden llevar a nuestro perro a escaparse. Aunque los motivos pueden ser muy variados e incluso cambiar dependiendo de razas o individuos, conocer los más frecuentes puede ayudarte a identificar el origen del problema y ponerle una solución.
Cambios importantes
Este tipo de problema se presenta con animales que han experimentado cambios importantes en su vida de forma reciente, y especialmente en su lugar de residencia.
Se produce con mucha frecuencia en perros que son adoptados en la perrera y acuden a un nuevo hogar, o que han cambiado de dueños por cualquier motivo. También se da esta situación ante, por ejemplo, una mudanza, una cambio en el domicilio, etc.
Aunque para nosotros esto no supone algo demasiado importante, e incluso en muchos de los casos estaremos muy contentos al haber rescatado o adoptado a nuestro nuevo perro, para nuestros amigos perrunos puede suponer una auténtica situación de estrés que le generará sentimientos como miedo o angustia.
Por eso, es muy probable que aprovechen cualquier oportunidad para escaparse, salir al exterior e intentar encontrar su antiguo hogar, al que estaban habituados y en el que se sentían cómodos.
Lo mejor en esta situación es comprender el sentimiento del perro y no castigarles, ya que empeorará su comportamiento. Normalmente, suele solucionarse con el paso del tiempo, en cuanto el animal se habitúa a su nuevo hogar. Sin embargo, alguna de las soluciones que te mostramos más abajo puede ayudarte mientras esperas hasta que ese momento llegue.
Hábitos
Este problema está muy relacionado con el anterior. Puede que tu perro haya sido acostumbrado a disponer de bastante libertad. Por ejemplo, en un jardín o una zona abierta.
En ese caso si, de golpe, se ve encerrado en un apartamento, es normal que intente escaparse ante la menor oportunidad.
Como ocurría en el motivo anterior, la única solución es el tiempo, esperando hasta que el perro se acostumbre a su nueva forma de vida.
Relacionarse con otros animales
Relacionarse con otros animales de su misma especie es una necesidad muy importante para los perros, especialmente para aquellos que no están esterilizados, aunque en muchos casos esto no afecta demasiado.
Se trata de un problema especialmente acentuado entre aquellos perros de razas que presentan tendencia a vivir en manada, como por ejemplo los Huskies y otros perros primitivos.
También es muy común entre machos no esterilizados, cuando hay alguna hembra en celo cerca de tu lugar de residencia.
En este caso, hacerte con un nuevo amigo peludo probablemente solucione el problema. Si no es una solución posible, puedes probar a aumentar la socialización con otros perros.
Soledad, aburrimiento, falta de ejercicio...
Otro motivo muy frecuente es la falta de ejercicio o actividad física, y el aburrimiento y soledad que esto les provoca.
Si tu perro se escapa con frecuencia de casa, puede que no lo estés sacando lo suficiente a pasear o que necesite hacer más deporte. También puede ser que lo dejes solo durante demasiado tiempo y que se sienta solo o aburrido.
Jugar con él con más frecuencia, comprarle puzzles y juguetes de entretenimiento para cuando se queda solo, así como aumentar el tiempo y la frecuencia de la actividad física, es una de las mejores soluciones.
Le resulta muy fácil escaparse
Puede parecer demasiado obvio, pero es otra de las causas más frecuentes de este tipo de problemas. Si a tu perro le resulta muy fácil escaparse de casa, ya sea haciendo excavaciones, rompiendo una valla que es bastante frágil, etc. Es normal que lo haga constantemente.
No debes olvidar que para ellos escaparse no es algo malo. Simplemente están jugando, entreteniéndose y divirtiéndose (sin ser conscientes de los peligros que esto conlleva). Por eso, si no supone demasiado trabajo, es normal que lo hagan cada vez que los dejas solos o cuando se aburren (por la noche, por ejemplo).
Las mejores soluciones para evitar que tu perro se escape de casa
Ahora que ya conoces las causas más frecuentes de este comportamiento, te contamos cuáles son los mejores remedios para la enfermedad, priorizando aquellos más sencillos, económicos y rápidos.
Os recordamos que solo hemos incluido soluciones que no suponen ningún daño para vuestro perro, olvidándonos de prácticas poco éticas como pueden ser las vallas eléctricas o incluso encadenar a nuestros animales.
1. Collares y localizadores GPS
Una solución muy útil y que nosotros hemos probado con efectividad son los collares y localizadores GPS para perros.
Estos dispositivos se enganchan a los collares de nuestras mascotas y permiten comprobar en tiempo real, a través de una aplicación móvil, donde se encuentran, a través de señales GPS. De este modo, si se escapan podremos encontrarlos fácilmente.
Además, muchos de ellos nos permiten crear perímetros de seguridad, recibiendo una notificación si salen de él. La mejor forma de pillar a nuestros amigos ‘in fraganti’ en el momento de la fuga.
Aunque no solucionan el problema principal, es la mejor forma de estar seguros como dueños, sabiendo que podremos encontrar a nuestro perro en cualquier momento, de forma fácil y rápida, si este se escapa.
Actualmente se pueden encontrar por precios muy baratos. Aquí tienes algunos de nuestros favoritos, que ya hemos analizado en nuestra página web:
2. Vallas plegables
Hacerse con una valla plegable de metal para situar en el interior del hogar (o incluso en el exterior) puede ser una solución muy eficaz, especialmente para aquellos perros pequeños o de talla media.
Las hay bastante amplias, permitiendo a tu perro moverse en el interior con comodidad, acceder a su comida y bebida o incluso jugar si así lo desea. Además, son muy cómodas ya que podrás plegarlas y guardarlas en cualquier momento.
Sin embargo, si tu perro es grande, puede que no sea la mejor solución, ya que podrá saltar o escaparse de forma bastante fácil. Además, como necesitan mucho más espacio, no estarán tan cómodos como un perro de menor tamaño.
Son bastante baratas, así que por probarlas no pierdes nada. Aquí tienes las más vendidas:
3. Adiestramiento
La mejor forma de llegar hasta la raíz de todos estos tipos de problemas y solucionarlos es el adiestramiento puro y duro. Aunque ya os avisamos de que es una de las alternativas más lentas (pero la mejor a largo plazo).
Optar por un adiestrador canino profesional puede ser una gran opción, aunque es bastante caro. Si prefieres hacerlo por ti mismo, te recomendamos informarte al respecto y leer bastante al respecto.
También te recomendamos hacerte con algún dispositivo que te ayude en tu tarea, como por ejemplo un collar de adiestramiento.
Estos aparatos envían estímulos a nuestros perros (auditivos o eléctricos) cuando no responden nuestras órdenes. Como por ejemplo si los llamamos y no vienen.
Asociando los estímulos a sensaciones positivas, como por ejemplo la comida, conseguiremos que, poco a poco, nuestros perros sean mucho más obedientes y no quieran separarse de nosotros.